Volar.
A veces
volar resulta fácil
No hace falta más
que proponérselo no tan seriamente
y en un acto divertido y despreocupado
tomar impulso y saltar
Y cuando lo haces
descubrís casi sin asombro
volar resulta fácil
No hace falta más
que proponérselo no tan seriamente
y en un acto divertido y despreocupado
tomar impulso y saltar
Y cuando lo haces
descubrís casi sin asombro
que los pies
no tocan la tierra
y que se mueven como en círculos
en un estado de inercia y suspensión
Que las manos
hacen olas en el viento
inmersas en un vaivén
impulsado por el mismo cuerpo
atravesando el espacio
y el tiempo
Que los párpados
se permiten descansar
en la sonrisa de un abundante cielo
que no deja de extenderse
sobre tu cabeza ya risueña
ya sin nubes
Que la velocidad
puede ser constante
o no
y que el cuerpo es quien dispone
y el alma quien decide
Subir
bajar
más lento
más rápido
Respirando
Y qué linda sensación
pareciera ofrecer entonces
un paseo en bicicleta
por aquellas calles
tan tuyas
tan mías
tan antiguas
pero hoy tan repletas de Sol
y de nuevos
aunque siempre extraños
comienzos.
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